Formas de pago alternativas para vender y comprar obras de arte.
14 alternativas para las transacciones en el arte
El mercado del arte no siempre refleja las complejidades financieras de sus participantes. Vender una obra a un precio fijo se presenta como la manera más fácil para interactuar con el público y los compradores. Este tipo de transacción limita el tipo de interacción que puede existir entre el artista, la audiencia y la obra de arte.
Piensa, ¿Por Qué se regatea con artesanos pero no con productos de una empresa?
El precio de una obra de arte oculta muchas cosas: gastos, renta, materiales, experiencia, el clima político, algoritmos y muchas otras dimensiones.
¿Cómo podemos comenzar a visibilizar lo que existe detrás de un precio?
Al mismo tiempo, el acto de “comprar” una obra, esconde muchas relaciones personales y sociales. El dinero emerge del trabajo, de decisiones personales, también esconde desafíos, motivaciones, emergencias y necesidades.
Coleccionar arte se piensa como un capricho reservado a las personas con más dinero. Artistas también se ven influenciados a incrementar el precio de sus obras. El precio caro de una obra es solo una dimensión que tenemos que analizar. Pero por ahora, nos interesa matizar el acto en sí de vender y comprar.
Digamos, soy un comprador me gusta una pintura y la compró a un precio específico, fin de la historia. La obra tiene un precio inmanipulable y la única manera de obtenerla es pagando este precio.
Debemos inventar nuevas maneras para poder “vender” y “comprar” algo. El mundo DIY, la industria del fanzine, artesanías y mercados locales pueden mostrar el camino. Dentro de estos espacios comunales emergen maneras alternativas de intercambios. Precisamente porque entre vecinos y compañeros se buscan inventar nuevas transacciones más personales y menos frías.
Recientemente, muchos artistas y creativos están experimentando con maneras más responsables para vender sus obras y determinar los precios. Estos experimentos son más justos, democráticos y presentan alternativas al mercado tradicional del arte.
Estos experimentos funcionan más al nivel local, autogestionado y comunitario. A medida de una obra de arte se institucionaliza, entonces entra a nuevos parámetros financieros que son difíciles de cambiar. Estas transacciones se vuelven más caras y más estancadas en parámetros financieros hegemónicos.
Desde lo comunitario podemos comenzar a experimentar con nuevos métodos y relaciones financieras. Relaciones que representan nuestros valores y nuevos ideales.
Aquí te compartimos varias alternativas:
1) Que tus obras sean gratis.
Muchos artistas que tienen una red financiera estable y no dependen del mercado del arte para sobrevivir, han decidido regalar sus obras.
Hacen el arte por el amor a la experimentación y quieren compartir estos objetos con su comunidad. Esto solo es posible cuando alguien ya goza de apoyo financiero. Suena radical, pero si un artista ya tiene todo lo que necesita y tiene acceso a fondos económicos, entonces está en toda disponibilidad para regalar sus obras.
Que una obra sea “regalada” no se quita el valor artístico, estético o sentimental. Muchos artistas se regalan obras entre sí. Entre familiares, entre amigxs, entre vecinos. Estos artistas talvez deciden regalar bocetos de obras, malas-impresiones de fanzines, y obras con detalles equivocados.
Entre vecinos siempre existe el intercambio gratis. Nos regalamos galletas, especias, comida, servicios, etc. Para los artistas, tal vez el punto es llegar a crear arte precisamente para compartirlo.
2) Una obra gratis por cada 5 obras vendidas.
Una alternativa al primer punto es el siguiente: Artistas se comprometen a que sus obras sean eventualmente regaladas o donadas.
Como creador puedes montar un sistema de producción que, cuando logres sobrepasar tu meta económica, te comprometes a regalar una obra. Por ejemplo, por cada 5 esculturas que vendas, tienen la capacidad de regalar la sexta. Este es un compromiso con la accesibilidad pero también una reflexión sobre tus propias metas y motivaciones.
Muchos artistas trabajan duro, en otros trabajos, o vendiendo arte, para finalmente poder regalar obras, y compartir su pasión con la comunidad. Creo que estos artistas aspiran a un mundo del arte donde todo se puede compartir porque todo mundo ya tiene lo que necesita para sobrevivir. Regalar tus obras “extras” también pueden incrementar tu presencia en tu comunidad o puede servir de publicidad. Este modelo una inversión que desafía la mentalidad de la “escasez” presente en el mercado del arte.
3) Tu público decide el precio.
En este modelo, tu público, tu audiencia, tu comunidad, decide el precio a pagar por tu arte. Pero solo hace esto, cuando el artista es transparente con sus gastos.
Como artista puedes compartir tu situación financiera y tus gastos de producción. Esta transparencia entonces refleja un “costo mínimo” o “costo de base” en donde si se vende el producto, no ganas ni pierdes dinero, simplemente se te repuso tu inversión.
El público, entonces, tiene el poder de decidir tus márgenes de ganancias. Al reconocer el precio mínimo de la obra, cada comprador decide cuánto puede incrementar el precio. Este incremento al precio mínimo representa tus márgenes de ganancias.
Este método celebra la transparencia, y empodera a tu comunidad a participar de manera más profunda en el mercado del arte. Pero también refleja la necesidad del artista de practicar una buena comunicación con su audiencia. El público debe tener la literacidad y capacidad para valorar el trabajo creativo y artesano. Entre más socialmente valorizado sea tu trabajo, mayores serán tus ganancias. Como artista entonces tendrás que invertir en educación hacia el público, desmitificando mitos de producción, y enfatizando la dimensión laboral del arte.
4) Suscripción mensual
Este es un modelo común en las redes sociales, es el formato de Only Fans y Patreon.
En este escenario, tu comunidad paga una cuota mensual y tienen acceso a todo lo que produces dentro de este mes.
Por ejemplo, si produces fanzines, el público se suscribe, pagando una cuota mensual, a tu negocio y tú les prometes dos fanzines al mes. Es tu trabajo entonces producir dos fanzines al mes y enviarlo a todos tus suscriptores.
Lo mismo puede suceder para otros productos, ya sean digitales, materiales, o inmateriales. Si eres pintor tal vez el público no espera que produzcas una pintura al mes, sino más bien le interesa que compartas sobre tu proceso y tus motivaciones. O tal vez simplemente se suscriben para apoyarte mensualmente porque les gusta tu trabajo.
La suscripción mensual puede ofrecerte estabilidad financiera, pero también puede presionarte a producir a un ritmo que no encaje con tu estilo de vida. Lo bueno es que tu modelo de suscripción puede ser accesible a más personas, es decir, para alguien puede ser más barato pagar una cuota mensual, a que comprar tus productos mensualmente. Entre más personas se suscriban más subsidian entre ellxs los productos que se producen.
5) Precio por escala
Este modelo establece un precio “mínimo” y un precio “máximo”. El precio mínimo cubre los gastos de producción y asume un poquito de ganancias. El precio “máximo” cubre todos los gastos y asume suficientes ganancias para poder reinvertir en la producción. El público y comprador entonces puede elegir un precio “intermediario” entre el precio mínimo y el precio máximo. Este es un modelo muy común en la escena DIY. Se nota en conciertos, en servicios de tatuaje, en joyerías y en comunidades de artes locales.
Esta modalidad está diseñada para poder ofrecer un producto accesible a tu público.
El comprador está invitado a reflexionar sobre su propia identidad financiera y decidir cuánto está dispuesto en gastar. Una persona con recursos más escasos pueda comprar el producto a un precio más accesible, mientras una persona que tenga privilegios económicos puede decidir en pagar un precio más alto.
Esta modalidad se basa en la confianza, la transparencia y en el respeto. La comunidad no deberá aprovecharse del artista y pagar el precio mínimo. Este precio en “escala” es más responsable porque propone alternativas. Reconoce que un precio nunca es el mismo, un precio puede ser barato o caro dependiendo de la persona que lo lea.
El precio no debería de ser fijo, porque tu audiencia no es homogénea. Existen muchas distintas clases sociales y entre las mismas amistades existen distintas realidades financieras. Este modelo invita a reflexionar y visibilizar estas diferencias.
6) Pagar en partes
Este es una modalidad bien sencilla. Básicamente, permite al comprador comprar un producto por partes. Si el comprador no puede comprar una obra de arte a precio completo, este se puede comprometer a comprarlo a través de pagos más pequeños. Este puede ser un pago semanal, o un pago mensual.
Esta modalidad permite al comprador a gestionar su dinero en la manera que mejor le funcione y encaje en sus ingresos bi-mensuales. Así un comprador puede calcular sus próximos depósitos e ir pagando un precio poco a poco, sin el estrés de usar tarjetas de créditos.
7) Paga por el prójimo
En este modelo una persona paga (por adelantado) la compra de otra persona. En otras palabras, una persona comienza un tren de transacciones, en donde cada persona paga por la próxima persona.
Por ejemplo, si vendes fanzines, un comprador puede comprar 5 copias, y te dice que las últimas 2 copias, son gratis para la próxima persona. Así, cuando la próxima persona decida cómprate fanzines, automáticamente ya tiene acceso a las 2 copias que se compraron de antemano. Este nuevo cliente puede entonces elegir, entre “pagar por el prójimo” o simplemente aprovechar la solidaridad de un extraño. Este acto incrementa el valor percibido de tu obra de arte, porque incluye internamente un acto de cariño.
Este modelo es lindo, ya que depende de la solidaridad entre extraños. Idealmente, se forma un circuito infinito de solidaridad. Esta es una manera de pago que se está volviendo más común en cafeterías, en donde extraños compran cafés y pancitos por adelantados que pueden ser utilizados por cualquier persona.
8) Paga lo que puedas
Este modelo simplemente establece que un comprador pueda pagar el precio que mejor pueda. Si una persona realmente quiera comprar una obra entonces puede pagar el dinero que tenga a su disposición. Este modelo es común en la escena punk underground, en donde la tendencia anti-capitalista de la escena, hace que los conciertos sean gratis o en donde el público pueda pagar un precio simbólico por asistir al evento.
Comprar una obra de arte no debería de ser una complicada decisión financiera, no debería estresarte financieramente. El arte es una inversión, pero si termina perjudicando tu salud financiera, entonces no vale la pena.
9) Precio con base en tu ingreso mensual
Este puede ser un poco difícil de explicar.
El precio puede ser el mismo para todo mundo, pero un formato más justo es pagar por porcentaje de tu salario mensual. Es decir, tu obra tener un precio de 5%, o 10%, este precio es el mismo para todo mundo, pero varía dependiendo del ingreso mensual.
Si una persona gana menos, entonces el precio es más bajo, si una persona tienen más ingresos, entonces el precio es más caro. Esta modalidad es especial porque democráticamente impone la igualdad, cada persona paga el mismo porcentaje. Su impacto financiero es igual.
Los precios cotidianos no se deciden en referencia al ingreso mensual. Es decir, el precio de una pintura puede ser $50.00 USD, pero cuando se considera el ingreso mensual, este precio es muy diferente para una persona pobre que para una persona rica. Es decir, una persona que tenga más dinero debería de pagar más por tu obra que una persona con escasez financiera.
Para ser más específico:
Ser pobre es caro. Es caro precisamente porque una persona pobre gasta más del porcentaje de sus ingresos mensual en productos baratos. Aunque un producto tenga un precio fijo, cuando se compara con los ingresos mensuales, este precio refleja un porcentaje muy variado. Si yo recibo $1000 USD al mes, comprar zapatos por $100, refleja un gasto del 10% de mi ingreso mensual. Si yo recibo $500 USD al mes, comprar el mismo par de zapato por $100 refleja un gasto del 20% de mi ingreso mensual. El precio del zapato es el mismo, pero el porcentaje del gasto es distinto.
Para realmente democratizar el precio del zapato, este podría tener un precio que diga: 10% de tu Salario mensual. Una persona que reciba $2000 USD al mes, pagará $200 USD por los zapatos, mientras una persona que reciba $500 USD al mes, pagara $50 USD por el mismo par de zapato. El impacto financiero sería el mismo para ambos compradores.
10) Intercambiar por servicios
Intercambiar tu obra por un servicio es una manera directa de recibir un servicio que necesitas. Por ejemplo, si necesitas pintar tu casa, o recibir terapia, o transporte a algún lugar, el arte puede tomar el lugar del dinero. Una persona que ofrece el servicio talvez no tenga dinero, pero sí tiene la experiencia y el talento para ofrecerte un servicio. Esta modalidad intenta interrumpir el dominio del efectivo y del billete como principal mediador financiero. No toda transacción económica debe depender del dinero. Este modelo nos invita a pensar en el valor del arte y su equivalencia a los trabajos que nos rodean.
La manera más sofisticada para estructurar estos intercambios es a través de un “banco de tiempo”. Un banco de tiempo es un sistema en el que las personas intercambian servicios utilizando el tiempo como moneda en lugar de dinero. En un banco de tiempo, por cada hora de servicio prestado, el donante obtiene un "crédito de tiempo", que luego puede gastar en recibir servicios de otras personas de la comunidad. Como artista puedes donar tu arte y recibir “crédito de tiempo” en el banco. Este crédito lo puedes intercambiar por cualquier servicio que otra persona que sea miembro del banco esté ofreciendo.
11) Patronatos
En este formato de pago, un “patrón” ya sea una familia, empresa o persona adinerada, invierte en tu práctica y en tu arte sin recibir nada a cambio.
Este patrón/sugardaddy cubre tus gastos y compra tus obras. Lo hace simplemente porque puede y aprecia tu trabajo. Tal vez se sienten bien al hacerlo, tal vez ocupan tu arte para elevar su propia imagen.
Por muchos años los patrones han invertido en artistas. No hay que descartar este tipo de apoyo. Hace 200-300 años este era el modelo principal de apoyo.
Existen muchas personas dispuestas a invertir en tu trayectoria artística, estos puedan decidir donar, o apoyarte de distintas maneras. El peligro es cuando estas élites imponen la dirección que debería de tomar tu obra.
12) Rentar tus obras
Como artista puedes rentar en vez de vender tus obras.
Esto significa que un comprador, no paga precio completo, sino más bien, paga un porcentaje mensual durante el periodo que desee poseer la obra. Como dueño de la obra, el comprador te regresa la obra cuando ya no la desee tener. Es como rentar una casa. El comprador se compromete a cuidar y a mantener la obra.
Este modelo funciona para obras muy caras en donde una persona no tenga los medios para conseguir una obra cara, pero si puede rentar la obra a un precio más accesible. Al final del día se te repone la obra, la cual puedes rentar a otra persona. Entre más obras rentes, mayores serán tus ingresos mensuales.
13) Crea una biblioteca de arte
Una biblioteca de arte es como una biblioteca, pero para el arte. Puedes reunir a algunos amigos, crear un sitio web, compartir trabajos e invitar al público a "prestar" tus obras de arte.
Al igual que si prestaran un libro en una biblioteca, pueden prestar obras de arte y conservarlas durante un período de tiempo específico. Cuantos más artistas se reúnan para esto, más diversa será tu biblioteca de arte. Todos tenemos obras de arte empolvándose, este modelo hace que el arte sea accesible para tu comunidad sin necesidad de aportar dinero a la escena.
14) Obras con contratos
Finalmente, queremos recordar de que se pueden crear “contratos” de compra y venta, los cuales pueden internalizar lógicas libertarias. Las obras de arte puede contener contratos en donde el artista describe distintas relaciones financieras con la obra.
Por ejemplo, ele artistx puede decretar que la obra debe ser destruida después de tres años, o que la obra debe ser regalada, o que la obra debe ser revendida a un precio más alto o bajo que el precio original. También pueden decir que la obra solo puede ser comprada por un sector social en específico, o que tu obra no puede ser mostrada en ninguna galería o museo, o que tu obra está atada al precio del oro. Dentro de los contratos el cielo es el límite.
El artista puede experimentar con el tipo de transacción que ella desee.
El mercado del arte depende del tipo de estructura que lxs artistas impongan. Solo porque una opción es la más fácil no significa que es la más justa, la más divertida o la más responsable.
Hay que normalizar diferentes maneras para intercambiar obras de arte, para así inventar un nuevo mercado del arte. El mercado debe reflejar nuestras motivaciones, anhelos y realidades financieras. Una manera de enfrentar al capitalismo es humanizando el proceso de compra y venta para transformarlo en una transacción más propia a nuestra necesidad y realidades.
Desde la escena local el mundo del arte tiene la oportunidad para pintar un mercado experimental y diverso, en donde se prioriza el intercambio personal e intencional, en vez de la transacción mecánica y mercantil.
Como sabias que yo necesitaba leer esto en este momento :') <3 Gracias por compartir tus reflejos